– Cuenta con una tirolesa abandonada con que sacaron el “guano”
Tamuín.- Ejidatarios de las Palmas podrían encontrar una nueva actividad económica en sus tierras, además de la agricultura y ganadería al ser propietarios de gran parte de la Sierra de Tanchipa donde se encuentran un sin número de ecosistemas idóneo para el turismo de aventura.
Como nos platica el comisariado ejidal de Las Palmas, Ernesto Márquez Torres, existen muchas bellezas naturales que explotar en este lugar, propietario del lugar conocido como el “nacimiento”, un río con aguas cristalinas, vías del ferrocarril que pasan por la serranía, zonas boscosas, cuevas diversas, zonas arqueológicas aun inexploradas, y sin duda destaca la “Cueva del Corinto o del Guano”.
Hugo Martínez Picones, ejidatario señala que la Cueva “El Corinto” o del “Guano”, fue explotada por personas ajenas al ejido durante décadas y fue en 1975 cuando la abandonaron, y durante todos estos años ha permanecido olvidada sin embargo alrededor de ella, se cuentan muchas historias, como que no solo sacaban “guano” si no piezas arqueológicas incluso “oro”, debido a que fueron abandonadas instalaciones metálicas muy costosas, como una “tirolesa”, se construyeron escalera en el interior de la cueva, pero nadie ha llegado al fondo de la misma, son cavernas muy grandes con grandes pasillos.
El comisariado ejidal, indicó que quien desee visitar la cueva “El Corinto o del Guano”, tendría que trasladarse de la cabecera municipal de Tamuín, hasta la antigua Estación Tamuín, para después tomar caminos vecinales para llegar al poblado la Tima perteneciente al ejido Las Palmas y de ahí caminar 3 kilómetros en la sierra para llegar a la cueva.
En el poblado La Tima, hay personas que lo pueden acompañar como guías turísticos y llevarlos a conocer esta cueva, como es el caso de Arnoldo Rodríguez quien vive en el rancho el Corinto, donde se les puede proporcionar servicios de alimentación, bebidas, un lugar donde descansar y organizarse para conocer esa zona.
Autoridades ejidales, indican que existe una “tirolesa” desde la cueva, con 150 metro de altura y 2 kilómetros de distancia, que era utilizada para sacar tanque de “guano” que era transportado por el ferrocarril porque anteriormente no había camino de acceso a esta cueva, cabe señalar que nadie ha llegado al fondo de la cueva, y por las tardes se pueden ver las columnas de murciélagos que salen de la caverna.
Ernesto Márquez, destaca que estas zonas tienen muchas riquezas naturales, se ha convertido en el hábitat de tigrillo, pantera negra, jaguar entre otros animales de mayor tamaño por lo que es recomendable sean acompañado por personas nativas del poblado.
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