-Dios le da una segunda oportunidad de seguir cantando la música mexicana
-Un hombre noble y muy querido en Garibaldi
México.- En esta ocasión hablaremos de un artista natural del pueblo de México, que en su sangre trae la música por dentro pero injustamente no ha sido reconocido
como es debido sin embargo tiene la satisfacción de haber interpretado sus canciones a lado de importantes cantantes y artistas, estamos hablando de Antonio Martínez Razo, el “Charro” de Irapuato Guanajuato.
Nacido el 20 de agosto de 1953 en Irapuato Guanajuato, en cuna de familia de “Mariachis”, pero al cumplir 3 años falleció su madre, Doña María Luisa Razo, comenzando a trabajar en su natal Irapuato de “panadero”, repartiendo pan en los callejones del pueblo donde fue muy conocido porque siempre andaba cantando por calles y callejones, donde las personas que lo escuchaban le decían que cantaba muy bonito.
A los 4 años se fue a vivir a la Ciudad de México, donde perfecciona su técnica para interpretar canciones, al imitar a su padre que era conocido Mariachi, dándose a conocer en público con la canción “Luz de Luna” de Javier Solís, a la edad de 9 años, para después trabajar junto con su padre en la Plaza Garibaldi junto a su padre “Don Aurelio Martínez Mena”, quien falleció cuando él tenía 24 años.
Continuo con la tradición y formo el Mariachi tapatío de los Hermanos Martínez, y actualmente sigue trabajando en Garibaldi, y quien desee contratar sus servicios puede comunicarse al celular 5523349230 y 5538846048.
En su larga carrera artística de Don Antonio Martínez Razo, el “Charro de Irapuato”, compartió escenario y acompaño artistas de la talla de Luis de Alba, Erika Buenfil, Amalia Mendoza (La Tariacuri), Cruz Infante, Flor Silvestre (Madre de Pepe Aguilar), Felipe Arriaga (canto caminos de Michoacan), Miguel Ángel Rodríguez, Martín Urieta, Cravioto, Valente Pastor, Norma Herrera, David Reynoso entre muchos otros artistas.
El Charro de Irapuato, por su forma de cantar de la talla de Vicente Fernández, una voz que no ha sido valorada en su real dimensión por el público, y que tiene décadas interpretando la música mexicana que es ideal para cualquier ocasión, nos ayuda a ambientar una fiesta, le pone más sabor a las historias de las películas y provoca sentimientos cuando nos desahogamos por un desamor.
Por lo que, por este medio, se hace un reconocimiento público a Don Antonio Martínez, “El Charro de Irapuato” porque aparte de ser un gran intérprete de la música mexicana, sus compañeros de trabajo en Garibaldi, lo consideran como una persona muy noble, preocupado siempre en sacar adelante a su familia, quitándose un taco de la boca para dárselo a otra, tuvo muchas oportunidades de saltar a la fama, sin embargo no le intereso porque nunca quiso desamparar a sus hermanos a quienes siempre tuvo con el grupo de Mariachi “Hermanos Martínez”.
Su familia nos informa que recientemente, “Don Antonio” estuvo convaleciente de una enfermedad que lo mantuvo al bordo de la muerte, pero Dios le dio otra oportunidad para seguir cantando sus mejores interpretaciones de la música mexicana.
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