“PUENTE DE DIOS” EL MEJOR DESTINO TURÍSTICO EN TAMASOPO


Tamasopo.-  Uno de los mejores destinos turísticos preferidos por visitantes nacionales y extranjeros sin duda es “Puente de Dios” comparado con un paraíso terrenal por los exuberantes parajes naturales y sus cristalinas aguas que emanan de un nacimiento, con pozas profundas de agua color turquesa y cuevas que asemejan una cúpula de rocas por donde pasa una corriente de agua abundante que da origen al nombre de este paraje.

Gracias a la visión de Juan Carlos Izaguirre Perusquía y la Directiva del ejido La Palma, “Puente de Dios” se ha creado una infraestructura turística que genera importante cantidad de empleos, donde los  habitantes del propio poblado participan en la prestación de servicios al turista desde estacionamiento, venta de productos diversos, alimentos, artesanías, bebidas, renta de chalecos y venta de gastronomía regional.

El acceso a este paraje natural, tiene un costo simbólico de 20 pesos adultos y 10 pesos niños, mientras que los niños menores de 7 años no pagan, además que los adultos mayores reciben un 50% de descuento con su credencial de INAPAM.

“Puente de Dios” se encuentra  ubicado en la comunidad El Cafetal a 3 kilómetros de  la cabecera municipal, con carretera pavimentada,  donde pueden obtener todos los servicios al lugar de acceso al paraje, transporte,  amplios estacionamientos, alimentos, equipos entre otros.

Después se camina unos metros se atraviesa  las vías del ferrocarril, para comenzar un descenso de 320 escalones entre un bosque con paredes rocosas crean un escenario natural, paradisiaco para finalmente llegar a una poza profunda con agua color azul turquesa, donde sus paredes rocosas crean un escenario natural, paradisiaco imposible de resistir para nadar.

Entre las dos paredes de rocas, hay una grieta donde  ingresa uno al “Puente de Dios”  el río de agua color turquesa entra a una cueva y hay formaciones rocosas, para llegar a una cúpula que asemeja un puente, de donde el agua color turquesa cambia de color a azul zafiro, que hace sentirse en un “paraíso terrenal”.