La Secretaría de Desarrollo Social y Regional (SEDESORE) informó que en los dos años de la actual administración, a través de diversos convenios, se han impulsado 608 proyectos productivos para favorecer a más de 9 mil 150 familias potosinas que viven en situación de pobreza y marginación, y que ahora cuentan con los medios necesarios para obtener una fuente de ingreso propia que les permita elevar sus condiciones de vida.
Para llevarlos a cabo se ha destinado una inversión por un monto mayor a los 109 millones de pesos para financiar proyectos de los cuales, la gran mayoría se desarrollaron en las comunidades indígenas de San Luis Potosí, para ayudar a sus habitantes de una forma que propicia la ocupación productiva y la generación de empleo.
La dependencia explicó que esto se realiza a través del Programa de Infraestructura Productiva Rural, con el que se impulsa el desarrollo de proyectos que permiten mejorar la economía y garantizar la alimentación de las personas que aún viven en comunidades de alta y muy alta marginación.
Entre las acciones que realiza en coordinación con otras instituciones del sector agropecuario, están el fortalecimiento de la infraestructura social y productiva para detonar las economías comunitarias, mientras que en el medio rural se fomenta el aprovechamiento de las vocaciones regionales y recursos naturales, así como desarrollar nuevas capacidades para las manufacturas.
Así mismo se promueve el desarrollo de la agricultura protegida en las localidades rurales en situación de pobreza, lo que permite generar mejores condiciones de acceso a los mercados de los productos agrícolas; mientras que con el apoyo a la ganadería de traspatio en comunidades marginadas, las familias menos favorecidas pueden obtener ingresos adicionales así como mejorar su dieta alimenticia.
Para llevarlos a cabo se ha destinado una inversión por un monto mayor a los 109 millones de pesos para financiar proyectos de los cuales, la gran mayoría se desarrollaron en las comunidades indígenas de San Luis Potosí, para ayudar a sus habitantes de una forma que propicia la ocupación productiva y la generación de empleo.
La dependencia explicó que esto se realiza a través del Programa de Infraestructura Productiva Rural, con el que se impulsa el desarrollo de proyectos que permiten mejorar la economía y garantizar la alimentación de las personas que aún viven en comunidades de alta y muy alta marginación.
Entre las acciones que realiza en coordinación con otras instituciones del sector agropecuario, están el fortalecimiento de la infraestructura social y productiva para detonar las economías comunitarias, mientras que en el medio rural se fomenta el aprovechamiento de las vocaciones regionales y recursos naturales, así como desarrollar nuevas capacidades para las manufacturas.
Así mismo se promueve el desarrollo de la agricultura protegida en las localidades rurales en situación de pobreza, lo que permite generar mejores condiciones de acceso a los mercados de los productos agrícolas; mientras que con el apoyo a la ganadería de traspatio en comunidades marginadas, las familias menos favorecidas pueden obtener ingresos adicionales así como mejorar su dieta alimenticia.
También se fomenta la generación de alternativas de empleo rural no agrícola a través del impulso a proyectos productivos vinculados con la producción artesanal, la manufactura y el comercio en cabeceras municipales, y localidades rurales semi urbanas y urbanas.
Este programa también contribuye a la construcción de centros de acopio y mercados regionales como espacios de exposición y venta de productos agropecuarios y de artesanías, así como la creación de polos de negocios regionales para apoyar a los emprendedores a desarrollar y concretar sus ideas empresariales.
