El golpe arancelario de Trump

Por Ángel Bocanegra

  • Es previsible que Trump se refiera en esos términos porque está seguro que el gobierno mexicano terminará cediendo

Como cordial calificó la presidenta Claudia Sheinbaum, el primer encuentro telefónico entre el canciller Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado del Gobierno de Estados Unidos, Marco Rubio, pero   sigue su marcha la cuenta regresiva para el golpe arancelario de Trump.

Aunque la mandataria muestra optimismo y descarta que la Casa Blanca vaya a imponer un aumento en los aranceles, advierte: “y si ocurre, también tenemos nuestro plan. Ya lo informaremos”.

Sin lugar a dudas, el tema arancelario es el que más preocupa, sin restarle su debida importancia al tema migratorio o declarar como terroristas a los carteles de la droga, entre otros.

Imponer 25 por ciento a los aranceles a nuestro país sería un severo golpe para la economía nacional, tendría “un efecto catastrófico” como señalan analistas, sobre todo si se toma en cuenta que México es el principal socio comercial de Estados Unidos.

“Ni México ni Estados Unidos nos vamos a ir a ningún lado. Estamos obligados a tener una buena relación, siempre en la defensa de nuestra soberanía y de respeto a las y los mexicanos y siempre buscando la coordinación del respeto mutuo y el diálogo con nuestras naciones”, son los buenos deseos de la presidenta.

Sin embargo, existe una creciente preocupación conforme se acerca el 1 de febrero, fecha en la que el mandatario estadounidense quiere cumplir su amenaza y dar el golpe arancelario, sobre todo luego de que logró aplacar casi de inmediato al presidente de Colombia, Gustavo Petro.

El propio Trump se ha referido a México en buenos términos y ha expresado que las relaciones bilaterales “están muy bien”, mientras que, en contraste, señaló que negociar con Canadá, su otro socio en el T-MEC, es “muy difícil”.

“Por dar un ejemplo, creo que con México estamos manejando las cosas de manera muy positiva”. Simplemente deseamos ser tratados con equidad por otras naciones, ya que difícilmente habrá otro país como el nuestro”, expresó.

Es previsible que Trump se refiera en esos términos a nuestro país porque está en su horizonte que el gobierno mexicano terminará cediendo, en menor o en mayor medida, a sus pretensiones como lo hizo Colombia.

Por lo pronto, en el asunto migratorio no hay marcha atrás, y prueba de ello es que hasta el pasado domingo poco más de cuatro mil connacionales habían sido deportados y la cifra va en aumento, luego de que se han intensificado las redadas.

Lo que se ve en el panorama tampoco es alentador, en lo que se refiere a la pretendida decisión de catalogar a los cárteles de la droga como grupos terroristas.

Es cosa de esperar, pero no es difícil vaticinar que se vienen tiempos difíciles para el gobierno de Sheinbaum porque no bastan las buenas intenciones o “el amor y paz” que pregonó su antecesor. Lo cierto es que Trump quiere todas las canicas, sea como sea.

Circuito Exterior.– La gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, encabezó la Mesa de Construcción por la paz en Ecatepec, uno de los municipios más vulnerables ante la delincuencia, sobre todo por la falta de acciones en materia de seguridad en los últimos seis años, lo que ha permitido a los grupos delincuenciales cometer todo tipo de delitos… Por cierto, la presidenta municipal de ese municipio, la morenista Azucena Cisneros, está por cumplir su primer mes al frente de la administración y se le ve tapando baches, limpiando barrancas, en reuniones vecinales, con comerciantes y en conferencias de prensa. ¡Todo con foto pal face, claro!

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