Haber sido Senadora, no me hace parte de ningún delito: Sonia Mendoza

 

– En el Senado hice mi trabajo, revisamos la técnica legislativa y que el dictamen estuviera bien, apegado a derecho.

– Si tienen videos o grabaciones, que las muestren y si algún legislador actuó mal, que sea sancionado.

San Luis Potosí.- El hecho de haber sido parte del Senado de la República e integrante de la Comisión de Estudios Legislativos, NO me hace parte de un hecho delictivo, de algún sistema de corrupción o de alguna negociación oscura en la Reforma Energética. Es muy lamentable que en San Luis Potosí se utilicen los medios de comunicación para enlodar a una mujer, por la simple razón de tener aspiraciones políticas.

Pido a los medios de comunicación que afirman que su servidora está “embarrada en actos de corrupción”, a que muestren un dato concreto de su afirmación, pues el hecho de cortar y pegar una imagen, no es sinónimo de tener pruebas para enlodar a una persona.

Tengo la conciencia tranquila, en el Senado hice mi trabajo, participé en las Reformas Estructurales conforme a la plataforma política de Partido Acción Nacional (PAN).

En la bancada del PAN impulsamos la plataforma política, que incluía todas las Reformas Estructurales que anteriormente se habían negado a aprobar, hasta que se firmó el “Pacto por México” y entre ellas, se encontraba la Reforma Energética.

Por lo tanto, yo voté a favor, pues así se estaba impulsado en la Plataforma política de Acción Nacional. Y hacer mi trabajo, no me hace parte de ninguna corruptela.

Si tienen videos o grabaciones, que las muestren y si algún legislador actuó mal, que sea sancionado. Pero en tanto, no tienen derecho a acusar, señalar, imputar hechos de corrupción a otras personas.

Me da mucha tristeza ver como la política potosina sigue siendo de machos, donde una mujer no puede aspirar a más, porque empiezan las guerras de lodo.

Si nos quieren dejar fuera de una contienda, trabajen, ganen con votos, ganen trabajando con la gente, cumpliendo sus compromisos. Ese es el verdadero reto, que fácil es enlodar a un contrincante político, más cuando es mujer.