San Luis Potosí.- A 4 días de haber iniciado un plantón en las Avenidas Carranza y Reforma de la capital potosina, productores de caña abastecedores de los Ingenios Plan de Ayala y Alianza Popular propiedad del Grupo Santos, continúan en espera de que los Gobiernos Estatales y Federal obliguen al industrial a pagar casi 350 millones de pesos que adeudan por concepto de “caña” de 3 zafras anteriores.
Arturo Gobellán Landaverde, Presidente de la Unión Local de Cañeros CNC de Alianza Popular, Adán Moctezuma Lara Presidente de la Asociación Local de Cañeros CNPR de Alianza Popular, Antonio Juárez Torres, presidente de la Unión Local de Cañeros CNC de Plan de Ayala, Oscar Delgadillo Martínez Presidente de la Asociación de Cañeros CNPR de Alianza Popular y Brigido Delgado Rodríguez Presidente del Grupo de Producción Ejidal de Plan de Ayala, encabezan el bloqueo de las principales calles en la capital potosina quienes de manera unida han planteado al Gobernador del Estado, que no pueden continuar tolerando la falta de liquidez del industrial Alberto Santos Boesch.
Han sostenido varias reuniones con el gabinete “marcelista” para tratar de encontrar una solución al bloqueo de las principales avenida de San Luis Potosí, sin embargo los productores de caña se mantienen firmes en su postura de que no se moverán hasta no tener una respuesta favorable del pago de sus cañas, ya que el industrial mantienen en la bancarrota a los productores de caña y a sus agrupaciones debido a que en las preliquidaciones retuvo dinero a los productores que pertenece a los fideicomisos cañeros y nunca los entrego, provocando que las agrupaciones cañeras se descapitalizaran.
Hasta este sábado 27 de junio, los productores de caña permanecían plantados en las principales avenidas del centro de San Luis Potosí, en espera de que el Gobernador del Estado Marcelo de los Santos Fraga, buscara una solución a la falta de pago del Grupo Santos ante la Presidencia de la República, sin embargo las propuestas planteadas por la Secretaria de Gobernación y SAGARPA eran completamente fuera de lugar al proponer un préstamo con cargo al cañero.
