Portar y utilizar armas solo promovería una cultura de violencia: UNS

Violencia no cesará con abrir portación y uso de armas: investigadora

San Luis Potosí.- Es inviable la propuesta de reformar el artículo 10 constitucional, para permitir a los mexicanos portar y utilizar armas en todo momento, incluso en negocios y automóviles, iniciativa que fue presentada por el senador Jorge Luis Preciado.

Este hecho, promovería una cultura de violencia en el país opinó la doctora Urenda Queletzú Navarro Sánchez, catedrática de la maestría en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Agregó que hay muchos escenarios que muestran lo que implica el fácil acceso a las armas de fuego y determinar su uso legítimo; “pareciera en muchos casos, que estamos ante la regulación de uno de los derechos del propio neoliberalismo que en algún momento favoreció su uso”.

Comentó que en el contexto norteamericano la portación de armas ha generado que en los últimos años haya masacres entre ciudadanos, ocasionados por el fácil acceso que se tiene en cuanto a comercialización y adquisición de un arma de fuego.

La doctora Navarro Sánchez explicó que entiende la postura del legislador dado el contexto que se vive en México en materia de inseguridad, pero aseguró que la responsabilidad de la seguridad debe recaer en el Estado, y no que los ciudadanos se protejan ante el colapso institucional de un estado de Derecho, que es incapaz de proporcionar un derecho indispensable, como es el de una vida libre de violencia.

Comentó que el camino para combatir la inseguridad es pensar en el fortalecimiento de las policías estatales y federales, porque no se cuentan con la cantidad adecuada de elementos que puedan hacer frente a la creciente ola de violencia.

Reiteró que la propuesta del senador no es positiva, y no abona en nada a la seguridad nacional, pues liberar el acceso indiscriminado a la portación de armas puede generar contextos de reacción social, promueve la cultura de la violencia, incentiva el tráfico ilegal de armas, y refleja la incapacidad que tiene el Estado ante la violencia que aqueja a los mexicanos en la última década.