Se realiza una constante supervisión a productos lácteos  

 

  • Se realiza la vigilancia sanitaria a productores, así como en puntos de venta.
  • Todo producto lácteo debe contar con etiqueta, estar pasteurizado y refrigerado.

 

En San Luis Potosí si hay apoyo a la salud de las y los potosinos; para prevenir la presencia de enfermedades generadas por el consumo de productos lácteos mal elaborados o contaminados, la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) realiza de manera permanente, la vigilancia y control sanitario de los establecimientos dedicados a la venta y/o elaboración de productos lácteos y sus derivados.

La vigilancia y control sanitario que se realiza a los establecimientos dedicados a la elaboración o venta de productos lácteos es en base a las normas NOM-243-SSA1-2010 y a la NOM-201-SSA1-2009 mismas que establecen especificaciones sanitarias para la elaboración de los productos, tratamiento o pasteurización y almacenamiento. De enero a la fecha, se han realizado un total de 661 visitas de control sanitario a elaboradores y expendedores de productos lácteos lo que derivó en la destrucción de 154 kilos por mal etiquetado o bien, mala conservación.

Durante las visitas de control sanitario a expendedores u elaboradores se supervisan los siguientes aspectos: los productos lácteos deben contar con etiqueta, el personal que prepara los productos debe contar con Tarjeta de Control Sanitario y la indumentaria adecuada, el empacado de los productos debe ser con materiales inocuos, el establecimiento  debe contar con servicio de control de plagas, así como que todas las superficies para la elaboración de los productos sean de material liso y lavable y finalmente que el agua utilizada cuente con los adecuados niveles de cloración.

La COEPRIS recomienda a la población que va a adquirir productos lácteos lo realice al final de las compras, a fin de que los productos se mantengan el menor tiempo en temperatura ambiente; de igual forma se recomienda observar que el producto se encuentre refrigerado, para los productos envasados deben estar herméticamente cerrados y no dañados y en el caso de los productos ultrapasteurizados como leche evaporada pueden estar a temperatura ambiente hasta el momento de abrirse, una vez abiertos deben refrigerarse.

Otra de las partes que se deben observar al momento de comprar productos lácteos, es el etiquetado el cual debe contener la fecha de caducidad, los octágonos con información nutrimental y los datos del elaborador. En caso de adquirir productos a granel, se debe solicitar que se muestre la etiqueta del producto de origen, que los utensilios para con los que se corta, rebana y pesa el producto se encuentren limpios y que el personal que despacha cuente presente pulcritud.

A la par de las acciones de vigilancia y control sanitario, se realizan de manera permanente cursos de capacitación con elaboradores de productos lácteos, principalmente con aquellos denominados como artesanales o pequeños productores a quienes se les asesora en temas como: conservación de las materias primas, conservación del producto terminado, técnicas de pasteurización, etiquetado del producto, lavado de manos, manejo higiénico durante la elaboración del producto entre otras por lo que respecta a los  elaboradores industriales, se les pide que utilicen equipo de pasteurización automático y que lleven a cabo buenas prácticas de manufactura, envasado, conservación y etiquetado.