Considerar la reforestación como única solución a las crisis climáticas resulta insuficiente, consideró la doctora Isabel Lázaro Báez, directora de Agenda Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y aunque calificó la iniciativa presidencial como positiva para mitigar las emisiones de dióxido de carbono, no alcanza a revertir los daños ambientales.
Lázaro Báez indicó que para que esta medida tenga un verdadero impacto, es necesario garantizar que los árboles plantados crezcan y generen los servicios ecosistémicos que se requieren, como la absorción de CO2, la reducción de la temperatura en el suelo y el mantenimiento del ciclo del agua.
Subrayó que la pérdida de cobertura forestal no sólo afecta la captura de carbono, sino que también interrumpe el ciclo hídrico, lo que puede conducir a la desertificación de amplias zonas. Por ello, insistió en que la reforestación debe ir acompañada de acciones complementarias para asegurar su efectividad.
La académica advirtió que no será posible combatir el cambio climático si no se reduce el consumo excesivo de energía y la dependencia de los combustibles fósiles. También enfatizó la importancia de invertir en energías renovables y en la mejora de los sistemas de distribución y almacenamiento de energía. Señaló que producir energía limpia no tiene sentido si no puede ser aprovechada de manera eficiente.
En este contexto, la doctora Isabel Lázaro Báez afirmó que la propuesta presidencial, aunque valiosa, llega de manera tardía, pues, tanto en México como en el resto del mundo, debió implementarse hace años. Además, recordó que los países más pobres son los que sufren con mayor intensidad las consecuencias del cambio climático, por lo que el llamado a la acción debe ser global.
También destacó la importancia de promover la sostenibilidad desde el ámbito educativo, por lo que uno de los objetivos principales de la UASLP es formar estudiantes conscientes de la importancia de la sostenibilidad, no sólo como profesionales, sino también como ciudadanos capaces de influir positivamente en sus hogares y comunidades.
Isabel Lázaro afirmó que las pequeñas acciones realizadas en el entorno familiar pueden marcar una gran diferencia y que es fundamental asumir la responsabilidad desde lo individual hasta lo colectivo.
Concluyó con el mensaje de la propuesta presidencial, “Sembremos vida, no guerras”, como un recordatorio de la urgencia de priorizar la paz y la sostenibilidad en todas las esferas. Aunque reconoció el valor de esta iniciativa, reiteró la necesidad de abordar el cambio climático desde un enfoque más amplio y profundo.
